Y llegó el día que la conquisté

Conquista tu Cumbre “Malargüe”

27 al 29 de Octubre de 2011

Equipo Marmot - Ana Gallardo / Gustavo Berison

Lo que me suele pasar en este tipo de carreras es que llego hiper cansada. Entre el viaje, que siempre es el día anterior y que yo particularmente no duermo nunca en los viajes de bus, las miles de cosas que tengo que  hacer los días previos por los días que me ausento y los preparativos específicos para la carrera se hace un cúmulo de cansancio que no redunda en nada positivo. Pero en esta oportunidad no fue así —por suerte—. Asi que al momento de la largada estaba con mucha energía y con mas seguridad que otras veces por el entrenamiento que logré hacer bastante bien.

A las 9 de la mañana llegamos al predio de la largada, el camping “Castillos de Pincheira”, un valle de ensueños a 1750 msnm resguardado por unos cerros erosionados durante miles de años para dar lugar a unas caprichosas formaciones que emulan castillos. Coronaba esta mañana un sol increíble y un cielo celeste que a mi particularmente me inflaba el espíritu.

Un ratito antes de las diez nos llamaron para que nos acomodemos en el arco, ya estábamos a pocos minutos de la largada controlada y el clima que había era impresionante. Cuenta regresiva y ¡salimos!, nos habían dicho que no se podía correr hasta después de los mil metros que nos liberarían, pero todos estábamos que nos salíamos de las vainas y partimos desbocados a buscar nuestra cumbre.

Largada!

El próximo destino era el PC1 a 2150 msnm, 12 kms por camino de tierra, alternando trote y en las subidas caminata para no quemarnos en este primer contacto. El mapa decía que en un momento dado había un cruce, nosotros le erramos y lo tomamos antes de lo que era en realidad y nos fuimos para una quebrada que nos alejaba cada vez mas del pc. Cuando nos dimos cuenta, trepamos para arriba por el lomo que nos separaba de nuestro destino, pero ya habíamos perdido un montón de posiciones, marcamos casi 70 cuando habíamos salido entre los primeros 20. Una lástima, pero había que seguir. Yo lo estaba pasando bomba, no me molestaba demasiado el traspié, ya que mi objetivo de la carrera era terminarla completa.

Comenzó la carrera

En carrera

Ahora nos quedaba subir a la cumbre, miraba el macizo de fondo con sus laderas con machones de nieve y me parecía increíble que la idea era llegar a la cima, unos km mas adelante marcamos el CPO  “Vega Ressia” a 2250 msnm  y seguimos para tomar el filo de los Fósiles, en lo que sería el comienzo del filo propiamente dicho esperaba  una camioneta de la organización, imagino que para que todos vayamos por ese y no por otro filo que estaba un poco mas al norte.

Apenas pasamos esta camioneta, ya comenzamos a andar en los 2500/2600 msnm  y en varios se notaba que la altura les estaba pegando, mi very era uno de ellos que poco a poco se comenzó a sentir cada vez peor.  Yo me sentía en comunión con miles  y millones de años de historia de este pedacito de tierra, ya que transitábamos sobre lajas llenas de fósiles, inclusive había algunas de gran tamaño que parecían cinceladas a mano por la prolijidad del corte, que tenían estampadas decenas de diferentes especies milenarias, ¡era increíble!

Un descanso en la subida, sentados sobre milenarias piedras.

El que no estaba disfrutando nada era Gus, cada +/- 25 mts que ascendíamos en altura parábamos a descansar porque se agitaba mucho, yo aprovechaba e iba mandando tweets y apreciaba la vista que nos regalaban estas alturas que transitábamos. A lo lejos se veía el Volcán Payún Liso, que un año y medio atrás en la Conquista de la Payunia habíamos visitado su cumbre de 4150 msnm, imponente se recortaba en el horizonte.

Pasando los 3200 msnm, aun en el filo de los Fósiles, el suelo se ponía cada vez peor por el acarreo que tenía, y el PC 2 que estaba a 3575 msnm justo cuando surgía el filo del Colorado de la unión del Fósiles y Ressia, parecía que no llegaba mas. Very cada vez estaba peor, no podía tomar agua y ya parábamos cada pocos metros para que él se recupere. Le dije que si quería dejábamos ahí, yo quería terminar la carrera pero no quedarme sin novio.  Pero me miró como si le estuviera hablando en chino y siguió..Por suerte llegamos al PC2 y descansamos unos minutos mientras nos abrigábamos para seguir a la cumbre.

Cruzando uno de los neveros hacia la cumbre.

Transitamos varios neveros y pequeñas cumbrecitas, y a poca distancia de llegar al PC3 (Cumbre Torrecillas) Very se detiene y le agarra como un ataque que no podía respirar y yo que tenía ganas de llorar sin saber que hacer, por suerte pasa rápido y me dice de seguir.

Un rato mas tarde , siendo las 18 hs (seis hs después de la largada) llegamos al PC de la cumbre a 3750 msnm, mientras Gus se recuperaba un poco y hablaba con la gente de  ahí yo subí a la cumbre en su, unos metros mas arriba. Había una palabra que había que decirpara que te marque el paso del pc que estaba escrita en la cruz, subí para poder leerla y de repente miro lo que me rodeaba y no lo podía creer, había una vista de 360° que te dejaba sin palabras, me quedé un ratito sacando fotos y filmando con el telefonito y bajé para seguir.

Nos dieron las indicaciones para bajar, esperando que al descender en altura Gus se sintiera mejor, pero no fue tan asi, la taquicardia un poco se fue pero seguía mareado y nauseoso, y lo peor de todo es que no podía pasar agua ni alimentos. Asi todo seguía navegando y pensando coherentemente.

Desde la cumbre, se ve a lo lejos la próxima, el Co Yana.

Ahora teníamos que llegar al PC “Col de los Mallines”, situado a 3150 msnm y a unos 4 km de la cumbre.  Comenzamos a bajar por unos neveros pero de una ladera que no había sol, el frio se empezaba a hacer notar cada vez mas y el sol estaba bajando de una manera acelerada. A lo lejos se veían corredores subiendo a PC5 “Co Yana” y otros que caminaban por un vallecito en esa dirección, asi que le dije a Gus de bajar por ahí, en eso sentimos un grito y nos hacen señas para que subamos para donde estaba esa persona, ya  que habíamos perdido un poco de altura. Yo pensé que sería el PC, pero era Ramón Choconi, el médico de la carrera, gran andinista y escalador, con varias cumbres en montañas del  Himalaya y Argentina.  También ahí nos encontramos con el amigo Zanetti, que siguió con nosotros

Cruzamos un colcito y llegamos al mallin, marcamos el PC4 y yo miré por donde cargar agua porque  hace varias horas que no tenía. Pero el agua era muy sucia, y desistí. Gus todavía tenía agua y hasta un poco de Gatorade en la caramagnola, asi que de a ratos le pedía, pero no quería sacarle demasiado porque él la necesitaba mas que yo.

Comenzamos la subida al Co Yana de 3300msnm, eran 150 metros nada mas, solo quedaba la claridad de la ante noche y el viento arreciaba, lo convecimos con Sergio de que se ponga los cubrepantalones para que le pare un poco el viento porque venía tiritando, yo también hice lo mismo ya que teníamos un largo trecho por delante. Llegamos al PC5 Cumbre del Co Yana” justo a las 20 hs., minutos antes de que caiga la noche. El viento era terrible ahí, salimos rápido por el filo, me tenía que proteger la cara con la mano libre (la otra tenía un bastón) porque se me comenzaba a congelar la cara y la nariz, mas adelante veo que Gus con otros dos corredores bajan a un resguardo en la ladera, era para ver por donde seguir, ya la oscuridad era absoluta, de la luna lo único que se veía era una sonrisa finísima que nos hacía burla desde el cielo. El filo donde estábamos no era el que nos llevaba al campamento, teníamos que buscar el col que unía el filo “Robert” que era el correcto. Gus dice que lo ve asi que enfilamos para allá, los dos chicos que nos encontramos ahí nos preguntan si pueden seguir con nosotros asi que ahora eramos cinco.

Para abajo se veía luces, se ve que muchos no se había dado cuenta y habían seguido el filo equivocada hasta el rio, encajonándose ahí. Después escuchamos los cuentos de los que fueron por el rio, incluso el médico fue por ahí y cayó al agua dos veces, sin nada de ropa de cambio y en medio de esa fría noche, por suerte tuvo la cabeza de seguir y no parar ya que de esa forma le esperaba una hipotermia segura….

Fue difícil y muy áspero bajar por el Roberts, varias veces perdimos el filo porque había pequeñas cumbres que no se dibujaban en el mapa que era escala 1:50.000 y que confundían a Gus (que era el navegador, yo solo caminaba). Como Zanetti tenía cargado en su Gps la imagen del mapa de la carrera, mientras Gus controlaba el rumbo con su Gps, Sergio controlaba que no nos bajáramos del filo, era un poco lento, pero era lo mas seguro.

De repente, a lo lejos, vemos las luces del PC “Puesto Basalto” Capamento a 2150 msnm, eran mínimas pero para mi eran suficientes para darme mas energía para llegar. Seguimos caminando, bajando ese filo como se podía porque estaba lleno de piedras sueltas, y mis rodillas a esa altura pedían cambio. Las lucecitas del PC Camp parecía que se alejaban en vez de acercarse, como una broma de mal gusto. Yo no podía ya tragar mas, tenía una bola en la garganta que me impedía hacerlo.

En la distancia se empezó a distinguir la carpa del campamento y el movimiento de linternas, no podía creerlo, siendo las 23:25 habíamos llegado. El campamento consitía en una carpa sin puertas adosada a una casa de adobe de la Comunidad Mapuche Malal Picheira donde funcionaba una cantina, y un corral de animales.

Ahora teníamos que decidir que hacer, teníamos dos horas de stop obligatorio, exitía la posibilidad de quedarse solo veinte minutos y salir a buscar un bonus para no pagar la hora 40 excedente, pero entre ir y volver lo que ganabas eran ¿20 minutos? Todo eso si lo encontraba, porque sino, aparte del tiempo que habías invertido te penalizaban con 1:40 mas. No era negocio. Es mas, también estaba el PC7 que lo podías penalizar con cuatro horas mas de stop si elegías no hacerlo.  Ni lo pensamos, como estábamos de cansados, decidimos hacer las seis horas de stop entre el obligatorio mas el pago del PC7. Comimos algo y nos fuimos  al corral al resguardo del viento a dormir, el techo eran millones de estrellas que nos acunaron en esa fría noche.

Mucho no descansamos, porque seguían llegando corredores, y se iban despertando otros, el ruido constante sumado al piso duro e irregular conformaban una rara ecuación, pero por lo menos el cuerpo descansaba de la paliza que le habíamos pegado durante el día.

A las 5:25 AM estábamos listos para salir, tomé un mate cocido caliente y un turrón y salimos al camino que nos llevaría a nuestro próximo objetivo: el Co Coco, a 2325  msnm. A medida que avanzábamos por el camino la luz del amanecer dejaba ver resplandores agazapados tras las montañas.

Cuando llegamos al “puente” (era un decir lo de puente, en realidad eran unos troncos unidos con unas chapas arriba asi nomás) el alba iluminaba el valle en todo su esplendor.

Es una hora mágica, donde parece todo posible. El cerro de  al lado, el “Morro” imponía por su extraña forma y comentamos la  suerte haber safado de tener que subirlo. Vimos a unos corredores que se metían por el vallecito entre los dos cerros pero nosotros decidimos atacarlo por el lado del camino. Cuando promediábamos la subida Gus me comenta que le parecía raro no ver a otros corredores subiendo el Coco, pero seguimos subiendo.

La cima se hizo rogar u poco pero finalmente llegamos, en el PC había una chica y un chico, que nos dicen que primero tendríamos que haber hecho el Co Morro y no nos podían dar por válido este PC (que era el 10) sin haber hecho el 8 (Co Morro) y el 9 que estaba atrás del morro en un cruce de aguas. Nos miramos con Very sin poder creerlo, no sabíamos que hacer. Me plantea que, o seguíamos sin hacer estos tres PCs, con lo cual quedaríamos fuera de la claisificación, o teníamos que encarar la subida al PC8 y posterior bajada al PC9, para luego volver a venir al PC10 donde estábamos, pero por unos lomos que no serían tan escarpados como la subida que habíamos hecho recién. En ese momento eran apenas pasada las 8:30 de la mañana, y toda esa vuelta nos iba a a llevar por lo menos 5 horas.

Había que sacarle una foto a esto para comprobar que habíamos estado en la cumbre del Coco!

Teníamos que decidir y ya, el tiempo pasaba.  Me dice “si querés hacerlo, yo te banco”, él hubiera elegido terminar la carrera ahí, pero  tenía que decidir  yo si estaba en condiciones de hacerlo. Si lo hacíamos,  íbamos a estar terminando la carrera con suerte tipo 19:00 hs. ¡No sabía que hacer! Era extremadamente desmoralizante pensar en tener que subir de nuevo y todo el rollo, pero no lo pensé mas y le dije “¡Vamos!”.

Bajamos hasta el arroyo y una vez que lo cruzamos descansamos un ratito mientras Gus trazaba la ruta de subida. Mientras tanto, yo  miraba el gigante que teníamos por delante y no lo podía creer, me concentré en otra cosa para no pensar mas y emprendimos la subida. Caminaba un pequeño tramo y me apoyaba en el bastón para descansar. Quedamos en descansar un ratito cada vez que el altímetro marque 50mts subidos. Teníamos por delante 9 pequeños stop que eran mi zanahoria para seguir, a medida que nos acercábamos se empinaba mas hasta que ya se veía la pared que dibujaba el morro propiamente dicho. Era imponente.

El PC en la Cumbre del Co Morro era virtual, marcado con unas cintas naranjas y un sellito para estampar en el pasaporte. Una vez hecho esto, comenzamos a descender, tarea que para mis rodillas  era un tanto engorrosa, pero por suerte la hicimos rápido, y dimos directo con el PC9 embuido en un pequeño vallecito de postal turística, ¡daban ganas de quedarse y dejarse acunar por ese sol que bañaba todo!, pero seguimos para hacer una suerte de dejavu yendo al Co Coco nuevamente, ganamos altura para enganchar los lomos que nos llevarían ahí. Seguimos con el plan de descanso cada 50 mts. Indispensables a esa altura sobre todo para la psiquis.

Equipo Very-gurisa (alias Marmot)

Arribamos al PC10 nuevamente a las 12:30, la vuelta nos había llevado 4 horas y media, media menos de lo que  habíamos calculado. Ahora teníamos que buscar el PC12, originalmente estaba en un Puesto llamado Altamirano, y ahora lo habían bajado al camino (el PC11 estaba suspendido).

Ese camino hacia el Pc fue un infierno, bajo un sol abrazador de mediodía, nos iba consumiendo, no había un árbol que nos hiciera sombra, el tedio y la monotonía  rompían hasta la cabeza mas dura y la mía se me estaba achicharrando. Me iba rezagando cada vez mas y Gus tenía que esperarme, hasta que me dijo de engancharme  y  asi acelerar un poco el paso. NO me llevaba, pero me servía para no rezagarme, ya que si bajaba el ritmo le daba un tirón a él y me daba cargo de conciencia.

Por fin podíamos avanzar mas rápido y llegamos al PC12, que estaba virtual, marcamos con el sellito y por las dudas le escribí la hora en el pasaporte.

Era increíble, pero íbamos derribando obstáculos y ahora por delante teníamos 3 PCs  nada mas y llegábamos. De pensar en eso me llenaba de energía, pero el calor abrumante de ese camino me traía a  la realidad pasmosamente, y mas cuando desde hace unas horas me había quedado sin agua de nuevo.

Cuando llegamos a la ruta teníamos  1500 metros  hasta el puesto donde estaba el PC, quedaba del otro lado del río, pero no veíamos ni el PC ni el puente, dimos unas vueltas hasta que por fin lo visualizamos y fuimos hacia allá. Mientras very marcaba el pasaporte me puse a cargar agua, pero cual fue mi sorpresa al ver que tenía pinchada la boquilla de la bolsa de agua… Me agarró una desazón, ¿qué iba  a hacer? Teníamos que llegar hasta al próximo pc que estaba como a 10 km y después subir a los castillos, otra hora mas.

Gustavo ya estaba harto de todo y le restó importancia, pero a mi se vino el alma al suelo, yo tomo agua como una esponja en carrera…

Podíamos elegir ir por la ruta o por el camino original que era al lado del rio. Nosotros elegimos el río porque la ruta nos había quemado la cabeza, pero al final le erramos por donde tenía que ser y nos pegamos mucho al rio, perdiendo un montón de tiempo porque el suelo estaba en pésimo estado: piedras grandes, chicas, redondas, tipo laja, mallines, pantanitos ¡toda el abánico que se nos pudiera ocurrir para emporar el transitar estaba ahí1, me daba hasta risa de pensarlo (¡a very no!).

Quedaba poco, pero no llegábamos mas. Me moría de sed,  cuando no daba mas le pedía un poco de agua a Gustavo pero a él tampoco no le quedaba mucho.

Cuando cruzamos el río por unos pseudo puentes, agarramos  la ruta y ahí nos cruzamos con uno de los organizadores, nos avisó que se había cerrado el PC de los Castillos de Pincheira  y  no teníamos que subirlo, nos sumarían  una hora de penalización pero a  esa altura de las circunstancias, para mi fue un alivio ya que no me quedaba mucho mas resto.

De fondo, los castillos de Pincheira. Acabábamos de cruzar el puente, de frente teníamos la ansiada meta.

Quedaba vadear el arroyo y llegar a la meta. Seguimos la ruta hasta el Vado, lugar por donde era obligatorio cruzar el río. Cruzamos juntos, very atrás mío me sostenía, la corriente venía frente nuestro y al promediar el río se hacía mas fuerte. A lo lejos se veía el camping, y poco a poco nos fuimos acercando al puente que nos llevaba a la meta. Llegamos a las 18:45, todavía brillaba el sol y me dije “Terminamos”.

LLegamos

Le agradezco infinitamente a Gustavo, por acompañarme en esta aventura de principio a fin.  Ya se, te debo una.

Acá está la clasificación: http://www.conquistatucumbre.com.ar/ranking/Ranking100km-Malargue2011.html

3 Responses to Y llegó el día que la conquisté

  1. Juan says:

    Very good! para el equipo completo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

  2. anita says:

    gracias Juan, beso

  3. mayayo says:

    Ya pasaron los dolores… solo queda el orgullo y los buenos recuerdos, no?
    Por muchos años, Gurisa!

    Recordá que os está esperando una Stella Artois en un boliche allá por las Galias al pie de un monte conocido. 😉

Replica a Juan Cancelar la respuesta